Inicio:
Si,si
ahí me encontraba yo otra vez escondido en un rincón de mi cuarto,
tapando con una colcha mi cabeza y tatareando la canción de cuna que
mamá me cantaba al dormir cuando bebe. Recuerdo como si fuera ayer
todos los momentos vividos, que marcaron por completo al hombre que
soy ahora. Me llamo Joel y esta es mi historia.
Desarrollo:
mamá
me había pasado a buscar al colegio, recuerdo que me encontraba tan
feliz porque mamá no solía hacerlo papá no la dejaba salir de la
casa antes de que él llegara, por eso tenía que irme solo en el
autobús de las tres. Ese día nadie me borraba la sonrisa y mamá
lo notaba, ella también se veía feliz y eso lo puedo asegurar
porque yo la conocía más que nadie en este mundo.
Como
era un día especial mi madre decidió pasar a la abacería,
a mi me encantaba ir a ese lugar ahí era donde mi madre complacía
todos los antojos que yo aprovechaba de tener, ya que, no estaba mi
padre para restringirnos nada. Yo abominaba
a mi padre, era el ser más asqueroso de este planeta, odiaba el
sentir su presencia, incluso cuando escuchaba el motor de su auto
sentía que me hacia pipí en mis calzoncillos, tal ves, seria por lo
que pasaba de costumbre en mi casa cuando el llegaba, era una
constante anatema.
Esa
tarde me creía libre, supongo que por un momento fui feliz, es como
esas pequeñas oportunidades o sucesos de la vida que muy pocos
valoran, yo no era como todos los niños, inevitablemente era
diferente. Cuando terminamos de comprar y cruzamos la calle, mi madre
me abrió una paleta de chocolate, ese si era un manjar de dioses
para mis labios pequeños. La fui disfrutando en todo el camino, que
quería que se hiciera interminable, en otras palabras se hiciera
eterno. Pero sabía que eso no podía ser posible, mamá y yo
tendríamos que llegar en algún momento al infierno. cuando llegamos
a casa encontramos al cerdo de mi padre, que miraba con infinita
rabia a mi madre, comenzó
a hablarle de forma adocenada,
y yo ahí
impotente sin poder vencer la afasia
que me controlaba.
Clímax:
En
ese instante fue cuando sucedió
lo que yo venia planeando toda mi niñez, el viejo se acerco a ella,
se veía
tan indefensa. El la agarro fuertemente, la miro y la pesco del pelo,
la tiro al suelo. No había
duda se encontraba ajumado
y lo único
que quería
era anonadar
a mi madre. sin alguna pena la arrastraba por el suelo y me decía
así
se tratan las mujeres para que aprendan a respetarte, yo solo lo
miraba con canguelo
y mi madre, mi madre con sus deprecaciones
trataba que el dejara de golpearla. yo ya no creía
en eso, sabia que el lo volvería
a hacer, una y otra vez.
Desenlace:
Entonces
decidido y sin acoquinarme
me tire encima
de él,
Le enterré
mis dedos en sus ojos, le mordí
la cara y le dije "maldito
hijo de puta, eres un cobarde". ahí
fue cuando caímos
al suelo, me pare rápidamente
y corrí
porque el venia siguiéndome,
me dirigui a la cocina y tome el sacacorchos
que el mismo había
dejado en la mesa. Cuando venia aproximandoce hacia mi, me di la
vuelta y le enterré
el sacacorchos
en medio de los ojos. Me quede mirándolo
como se retorcía,
y cuando ya estuve
seguro que no estaba muerto y que solo lo había
dejado inconsciente, recogí
a mi madre del suelo y llame a la policía.
desde ese instante no lo volví
a ver más
y ahí
fue cuando comprendí
que era el principio de una verdadera vida, de una vida feliz.
vocabulario:
1-
Abacería:
tienda de comestibles.
2-
Abominar:condenar,
maldecir.
3-
Anatema:
maldición.
4-
Adocenado:
vulgar.
5-
Afasia:
trastorno que dificulta la capacidad de expresión.
6-
Ajumar:
emborrachar.
7-
Anonadar:
humillar, abatir.
8-
Canguelo:
miedo, temor.
9-
Deprecación:
plegaria.
10-
Acoquinar:
acobardar.
Adecuación:
El
cuento va dirigido a los padres, que viven en un entorno de violencia
intra-familiar, donde alguno de ellos ejerce o sufre la violencia.
Lo
que quiere lograr el cuento en si, es que los padres se den cuenta
del sufrimiento que causan en sus hijos al crear este ambiente
desfavorable para ellos. Y que a veces por callarse o aguantar
diferentes situaciones hacen que sus hijos se vean obligados a parar
con el sufrimiento de la familia y terminan por cometer crímenes o
incluso arriesgar sus vidas innecesariamente. Porque los mismos
adultos deberían poner un párale a la violencia y así salvar o
rescatar a sus hijos de ella. En conclusión el cuento es un llamado
de atención para todos los adultos que no son capaces de terminar
con la cadena de violencia en sus familias.